Eugenio Derbez se confiesa después de los Oscars: 'Sentía que se me salía el corazón...'

Sobre el escenario de la 90 edición de los Oscars, Eugenio Derbez regaló su mejor sonrisa e hizo su gran debut como presentador. Sin embargo, él ha confesado que esto no fue nada fácil, pues previo y durante el evento sintió nervios, aunque eso no fue impedimento alguno para que diera lo mejor de sí mismo cuando escuchó su nombre en el Dolby Teather de la ciudad de Los Ángeles. Tras esa memorable intervención, decidió dar detalles de cómo vivió este día, en el que contó con la compañía y apoyo de su esposa, Alessandra Rosaldo.

“No te puedes imaginar lo que es estar ahí. Es una presión impresionante, sentía que se me salía el corazón, es un escenario que impone terriblemente…”, confesó a Pati Chapoy durante una entrevista concedida al programa televisivo Ventaneando. Pero las emociones fueron tan grandes, que incluso la primera vez que pisó el imponente escenario el nerviosismo salió a flote. “Afortunadamente pudimos ir a ensayar días antes para acostumbrarse uno al escenario, la primera vez que lo pisé, días previos a la entrega, me acuerdo que sí me temblaron las piernitas, me equivoqué un par de veces…”, dijo.

Pero, ¿cómo fue exactamente el instante en que a Eugenio le tocó aparecer a cuadro? El también productor de cine relató lo que vivió en el transcurso de esos minutos en que apareció para presentar el musical de la cinta Coco. “No quería hacer contacto visual con nadie porque aparte tiene uno enfrente a todos estos artistas que ha visto uno desde chico. Desde que crecí los vi en la pantalla grande, gente que admiro muchísimo. Sí, es un escenario que impone mucho”, agregó.

Agradecido por esta oportunidad, destacó que se trató de una noche muy mexicana, algo que lo motivó tanto, que al final quiso organizar mariachis para Guillermo del Toro, quien se llevó estatuillas a mejor director y mejor película. “Estábamos tratando de organizar los mariachis, nada más que es muy complicado, había mucha gente tratando de entrevistar a Guillermo y lo jalaban de un lugar para el otro y no sé hasta qué hora lo dejaron gozar de la fiesta…”, contó.